No conocerás Soutomaior si no paseas por su castillo, centro de poder feudal, escenario de batallas, residencia de verano nobiliaria y hoy monumento público visitable con un Jardín de Excelencia Internacional de la Camelia en el que también se pueden ver árboles centenarios. Desde su creación en el siglo XII ha tenido varias reconstrucciones y rehabilitaciones hasta conformar la imponente arquitectura con la que ahora sorprende a sus visitantes.
Pero la localidad ofrece mucho más. Tierra de contrastes, alejándose de las murallas del castillo podrás disfrutar de los casi 2 km de paseo marítimo de Arcade, cuyas pasarelas de madera nos invitan a recorrer la desembocadura del río Verdugo. Es precisamente en este río en el que encontrarás dos lugares de visita imprescindibles: el puente romano de Camboa, con más de 2.000 años de antigüedad, y el puente colgante, que cruza el río en un paraje natural de belleza excepcional. A lo largo del río también podrás descansar en sus numerosas playas fluviales, así como en los dos arenales situados en plena ría de Vigo.
Disfruta de las vistas de la ría y de los ayuntamientos limítrofes subiendo al monte de A Peneda, antiguo castro, posterior fortaleza de Castrizán y actual santuario de la Virgen de Nuestra Señora de A Peneda, construida a mediados del siglo XVII. Un emplazamiento privilegiado con unos miradores que se han convertido en un gran atractivo turístico.
Soutomaior también se conoce peregrinando: por él pasan más de 18 km de una de las variantes del Camino Portugués a Santiago de Compostela, un recorrido urbano en gran parte, fácil de hacer que permite a los peregrinos disfrutar de la belleza de la localidad.
Si como de verdad se te conquista es por el estómago, tienes una cita obligada con Soutomaior el primer fin de semana de abril: se celebra la Fiesta de la Ostra, considerada de interés turístico y en la que se degustan los sabrosos moluscos que se crían en los márgenes de la ría de Vigo.