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La comarca del Val Miñor es una de las de mayor atractivo turístico de nuestro geodestino. Eurural.
Respira en Baiona el aire tradicional de los pueblos marineros con el carisma de una villa con identidad propia. La piedra de sus calles, el aroma salado del mar, sus 6km de paseo marítimo, los casi 4km de playas y el verde de sus montes convierten a esta localidad en un lugar muy especial al que querrás regresar.
Callejea por una hermosa e histórica villa, la primera en Europa que recibió la noticia del descubrimiento de América en 1493 con la llegada de La Pinta, momento que quedó grabado en el imaginario colectivo y que podrás revivir visitando la réplica de esta carabela o con su tradicional Arribada, fiesta de Interés Turístico Internacional.
En Gondomar tendrás mucho por descubrir. Con un bello entorno natural, esta localidad te cautivará con su atractiva oferta patrimonial y de ocio. Sube hasta Castro de Pedra Moura, desde donde tendrás unas vistas únicas de toda la bahía de Baiona y del Val Miñor. Y no será el único viaje por la historia. En la parroquia de Chaín te encontrarás con el petroglifo de Regodauga, un petroglifo de considerables proporciones compuesto de diferentes diseños, como círculos llenos de cuevas en la parte central o cortados por líneas.
Escápate a Nigrán, en pleno corazón del Val Miñor y déjate conquistar por sus increíbles playas de arena blanca, sus verdes montes, su patrimonio, su cultura, su gastronomía y su historia. Esta localidad te sorprenderá con su patrimonio cultural diverso, en el que podrás descubrir desde un gran hórreo de dos plantas en el Pazo de Pías hasta petroglifos de la Edad de Hierro en Chandebrito o los castros de Panxón, historias de hombres antiguos que fueron dejando su huella en esta localidad en forma de legado cultural, con numerosos edificios y obras civiles y religiosas que salpican el municipio y dan pistas de las costumbres de sus creadores.
Esta comarca de nuestro territorio, compuesta por Baiona, Gondomar y Nigrán, debe su nombre al río Miñor y a su valle. Su oferta natural, cultural y de ocio la convierten en una zona de gran atractivo turístico.
Las huellas del pasado han conseguido sobrevivir al paso del tiempo y sus numerosos yacimientos paleolíticos, sus castros, su arte románico, sus puentes y sus castillos son testigos de sus miles de años de historia.
Rincones naturales únicos se completan con una rica gastronomía, una animada vida en sus calles y unas playas de arenas doradas en las que disfrutar de los deportes náuticos y de aventura. Mar y montaña van de la mano en este rincón del paraíso.
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