Fray Rosendo Salvado fue un clérigo de la orden benedictina, misionero, abad y obispo, aunque por sus estudios, investigaciones y labor como protector de las comunidades indígenas también está considerado como un excepcional antropólogo y naturalista. A todo esto hay que añadirle su aún poco reconocido talento como compositor y pianista.
Estudió órgano y composición en la abadía asturiana de San Juan de Corias y fue nombrado organista de la abadía de San Martín Pinario. En 1838 Rosendo se incorpora al monasterio napolitano de Cava dei Tirreni, donde dice su primera misa y perfecciona sus estudios musicales, ejerciendo funciones de mayordomo, organista y maestro de coro.
En 1846 inicia su expedición misionera en Australia Occidental donde, con el paso de los años, sería protagonista de la vida religiosa e social de la región. En Perth daría numerosos conciertos benéficos con los que recaudó fondos para su abadía de Nueva Nursia, lo que le proporcionó un gran prestigio musical e influencia en las bandas y agrupaciones musicales locales que hacen arreglos de sus composiciones.
La pieza musical incluida en la postal, interpretada por la prestigiosa pianista tudense Andrea González, pudo ser compuesta en Nueva Nursia con destino al concierto que se celebró en el ayuntamiento de Perth en junio de 1873, según indica el musicólogo gallego Xoan M. Carreira en “La música para piano de Dom Rosendo Salvado”.