Las piedras, a través de sus nombres, nos hablan de hechos históricos y culturales, del modo de ser y sentir, de sus creencias y su modo de vivir e interpretar el mundo que las rodea a lo largo de su historia.
Galicia está hecha de moles graníticas con formas caprichosas, modeladas por la naturaleza unas, otras con historias, cultos y ritos que propiciaron que nuestros antepasados las bautizasen con nombre que responden a motivaciones de todo tipo, desde las características físicas, el estado en el que se encuentran, sus propiedades, su funcionalidad o por el simple afán de buscar una explicación racional a algo que ellos consideraban sobrenatural.
Las piedras en Galicia tienen vida y hablan, hablan de una realidad que no está escrita, que no está documentada, tan solo está pronunciada.
¿Las recorremos?